Un videojuego es un medio de entretenimiento digital interactivo en el cual los jugadores interactúan con un entorno virtual a través de dispositivos de entrada, como mandos, teclados o pantallas táctiles, para alcanzar objetivos, resolver desafíos o experimentar narrativas. Combina tecnología, arte y diseño para crear experiencias inmersivas que abarcan diversos géneros, plataformas y audiencias, ofreciendo desde puzles casuales hasta complejas aventuras en mundos abiertos. Los videojuegos se definen por sus mecánicas de juego: las reglas e interacciones que rigen cómo los jugadores se relacionan con el mundo del juego. Estas mecánicas pueden incluir movimiento, combate, resolución de puzles, gestión de recursos o colaboración social, diseñadas para ser intuitivas pero atractivas, equilibrando accesibilidad para nuevos jugadores con profundidad para entusiastas dedicados. Por ejemplo, un juego de plataformas podría centrarse en saltos precisos y evitación de obstáculos, mientras que un juego de rol (RPG) enfatiza la personalización del personaje y misiones guiadas por la historia. Los videojuegos se experimentan en diversas plataformas, cada una influyendo en la jugabilidad y presentación. Las consolas (PlayStation, Xbox, Nintendo Switch) ofrecen hardware optimizado para gráficos de alta calidad y títulos exclusivos, con mandos diseñados para comodidad y características específicas como retroalimentación háptica. Los ordenadores personales (PCs) brindan flexibilidad para personalización, juegos de alto rendimiento y acceso a una amplia biblioteca de títulos independientes y AAA. Los dispositivos móviles permiten jugar sobre la marcha con controles táctiles, ideales para juegos casuales como puzles de coincidencia o juegos de espera. Plataformas de realidad virtual (VR) y aumentada (AR) crean experiencias inmersivas, con visores VR que transportan a jugadores a mundos 3D y AR superponiendo contenido digital sobre el entorno real. La narrativa es un elemento clave en muchos videojuegos, variando desde historias lineales con escenas cinemáticas hasta tramas ramificadas donde las decisiones del jugador afectan el resultado. Personajes, escenarios y trasfondos están creados para evocar emociones e inmersión, con algunos juegos explorando temas complejos como identidad, moralidad o cuestiones sociales. Incluso juegos con mínima historia suelen tener un tema cohesivo, como un entorno futurista para un juego de carreras o un mundo fantástico para un título de acción y aventura. La funcionalidad multijugador ha cobrado cada vez más importancia, permitiendo a los jugadores competir o colaborar localmente u online. Esto incluye modos competitivos como torneos esports, misiones cooperativas o espacios sociales donde los jugadores pueden interactuar y compartir experiencias. Los juegos multijugador fomentan comunidades, con jugadores formando equipos, compartiendo estrategias y creando contenido fanático que extiende la vida útil del juego. Los videojuegos también cumplen funciones educativas, terapéuticas y profesionales, empleándose juegos serios para entrenamiento, desarrollo de habilidades o apoyo psicológico. Desde entretenimiento hasta educación, los videojuegos continúan evolucionando con avances tecnológicos, ofreciendo experiencias diversas que cautivan a jugadores de todas edades y orígenes.